Hola
amigos, regálenme un minuto de su tiempo para contarles esta mi dulce
historia….
Tenía
13 años, muy inquieto pero aun inexperto en cosas del amor, aun sabía la lira y
la dulzura que tenía el amor y el enamoramiento.
Era
aquel día uno de primavera, la aurora marcaba mi sombra de ternura, y mientras
yo imploraba a la niña que me gustaba tanto.
-Hola
le dije, entre de miedo, ella de inmediato me contesto con una dulce mirada y
una bella sonrisa…
Ven
quiero hablar contigo, le dije
-Ella
de inmediato lo hizo, vino hacia mí, y le dije: “QUIERO PESARLA CONTIGO HOY”
esta ben me contesto, justo que yo no tengo con quien pesarle este día y estaba
pensando en ti…
De
pronto la cogí de la mano y juntos caminamos por el campo, mirando e implorando
la naturaleza, oyendo con ternura, el canto de las aves y el susurro del
viento. Me sentía muy feliz aquel día… caminábamos y mirábamos con mucha
ternura el cielo, las nubes, el sol, el cielo, los arcoíris que dibujaban de
aquel día un momento inmortal, tenía ganas de decirla que lo amaba, pero sentía
un inmenso temor por que sea rechazado… No sabía que decirle, éramos felices
los dos, sonreíamos de alegría cada momento, de pronto me inspire en una fuerza
a ese amor que sentía por ella y di un paso hacia adelante y la mire a los
ojos, le dije que lo amaba, en segundo le dije mil palabras de amor que sentía
por ella, me di ánimo, muchísimo ánimo. Ella me miro serena, con una sonrisa
entre triste, luego de implorar a mis palabras, en unos segundos me dijo que SI
aceptaba mi amor, que ella también me amaba, que ella también imploraba mis
sueños, y me amaba tanto. Me llene de alegría, mi corazón latió sin cesar, sin
duda estaba muy enamorado de ella, en honor a nuestro amor, aquel día la bese
tantas beses, corrimos sin cesar por el campo… la felicidad era lo más bello
que había aquel día. Se llegó la tarde, el ocaso fue muy triste, pero pegado a
la algarabía que alimentaba a mi alma aquel día, ella me dijo que era su mejor
primavera que había pasado durante toda su vida.
Así
paso aquel día, lo pasamos muy felices aquel día, y así continuamos con vernos
cada día al atardecer, así contemplábamos ese amor, fue muy bello, muy
impresionante, de verdad éramos felices muy felices la pasábamos aquel amor.
Pasaron
unos días y sin saber ni tener un motivo, todo se acabó, dejando un vacío en
mí… Yo pensé que ese amor era eterno, pero fue al contrario, no había dato
alguno para volver a esa primavera que fue la más bella de mi vida el primer
amor de mi vida. Por eso digo que el primer amor deja huellas, nos hace felices
nos dota de toda la felicidad del mundo, nos hace creer que somos inmortales en
aquel día, pero solo los recuerdos son la eternidad. Y hoy tan solo recuerdo
como a un espejo aquella felicidad.
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